miércoles, 21 de septiembre de 2011

Leonardo Boff: "La mayoría de los políticos son analfabetos ecológicos"





Patricia Reguero*

"El hombre ya no es el centro de la religión, y lo es la Madre Tierra": Leonardo Boff resume su ideario en lo que él mismo llama "las cuatro ecologías". Para Boff la Ecología es un "concepto estratégico", sobre el que se asienta todo lo demás. Con los conceptos de ecología ambiental, social, mental e integral pretende integrar a la Madre Tierra y al ser humano en todas sus dimensiones.

Leonardo Boff es profeta de una nueva era, pero no predica desde un púlpito. Está en Getafe, en una sala del edificio de Humanidades de la Universidad Carlos III. Y fuera le espera Marcia, su compañera de batalla. El Congreso de Derecho ha usurpado a la cita con Boff el Aula Magna y sus fieles se han ido hasta el edificio 14. Los fallos técnicos impacientan más a su acompañante, el teólogo y director de la cátedra de Teología Ignacio Ellacuría, Juan José Tamayo, que a este hombre que ha venido desde Brasil a hablar de cristianismo y ecología, y que empieza diciendo a su auditorio que el ser humano ya no es el centro.

-En su visión ecologista del cristianismo, el hombre ya no es el centro de la religión, y lo es la Madre Tierra. ¿Cómo ha sentado eso a la base cristiana y a las altas esferas de la Iglesia?

-Esa idea de la tierra como madre es una idea común de las religiones de tradición judeo-cristiana. Hay una profunda comunión entre tierra y humanidad, y habría que devolver esa conciencia a los cristianos de sentirse parte del planeta.

Boff, doctorado en Filosofía y Teología, ordenado franciscano en 1959 para renunciar en 1992 a sus actividades sacerdotales a la vez que anunciaba que "seguía en la trinchera", pasa estos días por Madrid con su bandera verde. Y propone empezar por llamar al planeta Madre Tierra, porque así no nos atreveremos a profanarla, conquistarla y dejarla agonizando.



Ecología olímpica

Boff cree que "los Juegos Olímpicos son el gran reto de Brasil" y espera que su país pueda "hacer unos juegos ecológicos, y hacerlos conscientemente para que en ese encuentro de millones de personas llegue un mensaje que nos lleve a amar la Tierra". Sin embargo, no confía del todo en el presidente, Luis Inazio Lula da Silva. "Lula entiende la Naturaleza como algo importante pero no ve que es algo estratégico que tenemos que hacer con políticas del Estado". Tampoco confía, en general, en que la clase política ayude en ese nuevo advenimiento: "La mayoría son analfabetos ecológicos".

Leonardo Boff espera que la cita olímpica sea ecológica, pero también que sirva para hacer cambios importantes y "despertar especialmente a las barriadas pobres la autoestima de mejorar sus vidas, sus casas, los paisajes". La cita olímpica puede ser "un proceso pedagógico de construcción de ciudadanía".

Retirada sostenible

"Empieza el tiempo del mundo finito", dice Boff. "No vamos al encuentro del calentamiento global, estamos ya dentro", Además, "el calentamiento es antropogénico: tiene la huella humana". El teólogo cree que ya no se debe hablar de "desarrollo sostenible" sino de "retirada sostenible". Pero su visión no es catastrofista. "Hay dos actitudes: se puede ver este escenario como una crisis o como tragedia; la crisis purifica, la tragedia culmina en un gran desastre". Él, claro, se sitúa en la primera y asegura que "estamos en la puerta de una nueva etapa: la etapa planetaria".

Tierra que piensa

"Los astronautas nos enseñaron que, mirando desde fuera, Tierra y Humanidad es una sola realidad", asegura. Para Boff, "el ser humano es un momento de la Tierra, de su evolución". "Cuando la Tierra empezó a pensar, ahí emergió el ser humano", resume. "El ser humano es Tierra, pero tierra consciente, amante, responsable".


La guerra contra la Tierra


Para Boff, el proyecto de la especie humana es "un proyecto Alejandro Magno o Hernán Cortés". Es decir, un proyecto de conquista. "Y la especie humana puede cantar su triunfo, ocupó el 83 por ciento del Planeta", dice, y "dejó vació el 17 por ciento que le resulta inhabitable". Y no sólo eso: "Sólo una cultura suicida puede destinar gran parte de su esfuerzo a la cultura de la muerte, y no de la vida". En esa guerra contra la Naturaleza, tenemos las de perder. "La Tierra es más fuerte que nosotros", advierte. "Tenemos que firmar una paz perpetua, no basta con una tregua".



*Periodista española

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